Monogatari, el contador de historias

Esta es la historia de alguien que cuenta historias.
Su lema es "Cuenta todo lo que puede ser contado por alguien más" , es decir, cuenta todo o que ha sucedido a su alrededor a terceras personas, personas sin conexión entre si, de tal forma que pueden dar un punto de vista más objetivo sobre lo que el sujeto en si vive y así poder adaptarse de la mejor manera a su entorno.
Pero esto implica una cosa, la posibilidad de que en un punto dado, estos sujetos interctuen entre sí y acabe todo en un enorme problema (porque hay gente a la que le molesta que hablen de ellos o que alguien desconocido sepa algo de ellos) . Esto es algo que al contador de historias, es decir, yo misma, no para de preocuparle, sobretodo ahora que esta conectando a todos los sujetos de su alrededor, por gracia o desgracia va siendo hora de adoptar una nueva estrategia de adaptación.

Al contador de historias no le gusta tener secretos, al menos los que ya han sido compartidos con otras personas, es decir, un secreto del sujeto A al B o a la inversa.Por otro lado, los propios secretos no se comparten con nadie más, asegurándose así que no sean escuchados por la gente inapropiada y, en el momento en el que el contador de historias valora que su secreto puede ser contado, lo expande a toda la red de contactos.

Los secretos del contador de historias se basan únicamente en pensamientos, creencias o secretos de alguien más valorados como propios.Es decir, que todo aquello que sea una acción vista por otra persona, es contado de manera inmediata.

El hecho de contar los secretos de otras personas solo se usa cuando es beneficioso para el sujeto o para el contador de historias, en el caso de no serlo no se cuenta,a no ser que sea algo irrelevante, gracioso o anecdótico.

Pero hay excepciones, especialmente con un sujeto en concreto, que al tener un sentimiento muy alto de "vida privada", el contador de historias ha decidido no involucrarlo en todo esto por respeto a su forma de pensar. A pesar de que alguna que otra vez se ha visto en la obligación de comentar algún aspecto que, ciertamente, cabrearía a este sujeto, aunque este tampoco lo señaló como un secreto en sí.(Todas las veces que se ha hecho ha sido por tener una relación directa con el contador de historias, es decir, que fuese un secreto o hecho compartido que provocara malestar en el contador de historias).
Otra excepción son los casos en que el hecho de contar el secreto no pueda ayudar a la persona portadora de este, es decir, si compartir esta información y comparar los puntos de vista de los otros sujetos no sirve de nada o no ayuda al original, esta información no se comparte y se guarda como un secreto propio, a no ser que sea algo irrelevante, gracioso o anecdótico, como ya he dicho anteriormente.

El gran problema de este sistema es el hecho de que yo no soy quien para decidir sobre los secretos de las otras personas, aunque en su mayoría no se trate de secretos en si, sino de hechos que han ocurrido y que el sujeto original cuenta sin problema a cualquier otra persona.
Otro problema es distinguir entre los "secretos" que pueden ser contados y es aceptado por el sujeto, de los que no.

La mayoría de secretos reconocidos como tal por el sujeto no son contados hasta que el sujeto deje de considerarlos de esa forma.
En algunas ocasiones se han cometido errores, al ser el contador de historias muy hablador, y se ha dicho algo que no se debería haber dicho.El contador de historias en este caso suele usar tres tácticas, fingir que lo que se ha dicho es una broma ,no volver a sacar el tema y quitarle hierro al asunto para así esperar a que la otra persona lo olvide.

Este tipo de razonamiento de basa en que, en el momento que alguien más sabe tu secreto, deja de serlo, al menos aplicado para el propio contador de historias.
Razonamiento obtenido después de una serie de problemas relacionados con secretos propios sacados a la luz sin mi consentimiento.
Todo lo que sale en forma de palabras o acciones puede salir a la luz en cualquier momento, por tanto es mejor decirlo uno mismo.
Esta es mi filosofía, la cual he aplicado a mi entorno de manera errónea (si, soy consciente, pero no puedo evitar actuar así) porque, como ya he dicho anteriormente, no soy quien para decidir sobre la vida de los demás.

Pero también soy consciente de que la mayoría de la gente, hace lo mismo que yo con los secretos de los demás, todos hablamos de nuestra vida diaria con otras personas, de nuestros problemas (que muchas veces implican los problemas de alguien más) o de charlas que has tenido con un amigo, en eso se basa nuestra vida y no veo nada malo en compartirlo con los demás (si, me estoy justificando con una hermosa falacia)

Comentarios

Entradas populares de este blog

Se acabaron los dramas

Miedo

Evolución personal