Evolución personal

¿Sabéis una cosa? Cuando me imagino a una persona a la que yo odiaría con todas mis fuerzas, me imagino a mi misma, no a la yo de ahora, sino a la yo de 12 años.

Aquella yo era una persona egocéntrica, que no dudaba en mirar a los otros como algo inferior. No lo decía pero... lo pensaba, lo pensaba mucho.
Por aquel entonces adelgace unos 20 kg, lo cual me dio una autoestima que no había tenido en mis 12 años de vida. A su vez, esto hizo que mis sentido de superioridad aumentase, era una diva, una diva que por razones que desconozco todo el mundo amaba.
Mi popularidad creció como la espuma y con ella mi ego. Pasé de ser la chica marginada dulce, gordita e inocente a la chica que despreciaba todo a su alrededor, pero eso si, en silencio.
Miraba a todas aquellas chicas que tenían más de una 38 con desprecio, para mi eran asquerosas y me daba asco ver fotos mías anteriores. Me preguntaba a mi misma como no me había matado por estar así de gorda.
Y bueno, por ese tipo de pensamientos odio a la yo de 12 años, de hecho aun recuerdo aquel momento a la perfección, delante del espejo, mirándome y pensando todas estas cosas que os acabo de decir.

Pero a su vez, cuando me imagino a mi misma triste, la imagen de aquella chica de estilo gótico y cabello rubio vuelve a mi mente. Porque en realidad, aquellos años fueron los peores de mi vida, fue el principio del fin, a tal punto que intenté eliminarme.

En un inicio todo iba bien, me había enamorado por primera vez, era popular en el instituto y la mitad de la gente me lamía el culo.
Pero las cosas cambiaron, mi primer novio era lo contrario a una persona popular y eso a mis "seguidores" no les hizo gracia. Fue entonces cuando el acoso volvió a empezar ( ya había sido acosada toda primaria por mi profesora y mis compañeros). Las cosas con mi ex no fueron muy bien, era una relación tóxica donde yo me sentía agobiada y descargaba mi rabia contra él, peleábamos todo el tiempo y él se pasaba la vida llorando. Ambos hicimos cosas mal, pero en este caso yo era la principal culpable, en lugar de ayudarlo con su problema mental terminé siendo la causa de su malestar. La frustración que sentía al intentar ayudarlo sin conseguir que cambiaran las cosas ni un poco hizo que le cogiese asco, me agobié y al él insistir siempre en que le hiciese caso, en que no dormira ( porque se ponía a llorar al pensar en que parecía estar muerta) y al estar él llorando siempre, sencillamente exploté, descargando toda mi rabia en él, siempre, por cualquier pequeña cosa.
Era absolutamente infeliz, y eso es solo la parte suave.
Poco después de que empezar con este chico (creo que es necesario decir que salimos 4 años), mi madre vino a recogerme a su casa y al llegar a la mía me encontré algo realmente desagradable.
Un hombre al que ya conocía estaba tirado en la cama de mi madre, era Rober, el que ha sido el novio de mi madre hasta hace menos de un año.
Por aquel entonces lo conocía poco, solo sabía que había tenido una aventura con mi madre a la cual había dejado tirada al querer volver a intentarlo con su mujer ( actual ex mujer), obviamente la mujer nunca se ha enterado de nada de eso.

Al verlo allí, en la cama de mi madre, se me removió todo, no podía dejar de pensar en lo mal que lo había pasado mi madre en su momento y en lo imbécil que siempre había sido él, las pocas veces que lo había visto, claro.
El cerdo, porque no tiene otra palabra, lo único que hizo esa noche fue escupir en los cristales y en el suelo de mi casa, estaba absolutamente borracho ( es una persona con dependencia al alcohol) y olía horrible.
No podía creer que mi madre hubiese vuelto con él y para arreglarlo tuvieron una noche de sexo desenfrenado que no me dejó dormir, cosa que ocurriría los siguientes 4 o 5 años casi cada noche.
La rutina era, el borracho diciendo burradas sobre mi madre, pelea y sexo y bueno, si yo estaba allí físicamente, me insultaba por mi peso, por mi pelo, por ser fea, me llamaba imbécil, desgraciada, manipuladora y se metía en general conmigo, sin ningún motivo aparente, aunque según él yo provocaba las peleas que tenían mi madre y él cuando yo ni estaba en el inicio de la pelea. Además de amenazarme con pegarme y llegando a golpearme en una ocasión. Y bueno, mientras mi madre, solo miraba.

Mi madre adoptaba el siguiente rol, ella veía lo que ocurría y normalmente no actuaba. De vez en cuando si me defendía, pero como ya he dicho antes, esto terminaba en sexo y yo siendo castigada por algo que no había hecho. Aun no se muy bien como, Rober conseguía que de verdad pareciera todo mi culpa y mi madre le creía, así que me castigaba en la habitación y ellos aprovechaban para tener sexo por la casa, dejadme deciros que muy silenciosos no eran.
Mi madre siempre había sido una madre protectora, en la que confiaba plenamente, estábamos muy unidas.
Pero al llegar él todo cambió, mi madre pasó de ser una mujer luchadora y con sueños a una mujer sumisa que hacía todo lo que le decía su hombre. Así que obviamente cuando le dije que no me gustaba pero que entendía que ella le quería pero que por lo que más quisiera no lo metiese en casa, no tardó mucho en hacerlo.


Recuerdo una ocasión en la que mis amigos y yo estábamos jugando a la Wii en mi habitación y yo fui a por un vaso de agua. Al abrir la puerta de la cocina me encontré a mi madre montandoselo con él en el suelo y cerré inmediatamente la puerta. Obviamente hizo un gran estruendo y se dieron cuenta de que alguien los había visto. Rober salió y me amenazó con pegarme una paliza si volvía a entrar.
Mi primo (de 11 años en aquel entonces) que estaba allí conmigo, fue a "joder" y volvió a abrir la puerta. Esta vez Rober quiso pegarle a mi primo, pero por suerte mi madre salió y hecho a todos mis amigos de casa, castigándome a mi otra vez en la habitación.

En otra ocasión fuimos a la playa, y se tiró todo el día llamándome gorda y peluda, también me decía que era una machorra porque no le traía su cerveza cuando me lo pedía dado que a él le costaba mucho levantarse para ir (vease la ironía).
Constantemente insultaba a mis amigos homosexuales por serlo o a la gente extranjera.
También se metía con mis gustos ( me gustan el anime y los videojuegos) , con mi forma de hablar, con mi lengua ( soy valenciana), con mi ropa, con mi forma de ser...
Y bueno,en aquel entonces yo era muy clara y muy directa, así que no me cortaba un pelo a la hora de contestar a todo lo que me decía.

Con todo esto mi autoestima fue saludando poco a poco a la mierda, por suerte mi hermanastro era un amor y me entendía, él mismo siempre me ha dicho que su padre actúa como un capullo y que la tiene jurada conmigo no sabe muy bien porque.

Poco tiempo después de que empezase a vivir en nuestra casa llegó mi 14 cumpleaños, en el que invité a todos mis amigos.
De primeras llegamos tarde a mi propia fiesta de cumpleaños (era en mi casa) porque él se había encoñado en ir a un bar y no quería volver a pesar de todas la veces que le dije que tenía prisa porque ya estaban todos delante de mi casa esperándome.
Por culpa de esto hubo gente que se enfadó conmigo (llegué una hora y media tarde), pero ese es otro tema.
Durante la fiesta de cumpleaños pusimos la televisión porque algunos chicos querían ver un partido de fútbol.
Durante el partido Rober se acercó a mi gritando que yo era su hija y me abrazo, el problema fue que no solo hizo eso, acto seguido empezó a intentar besarme y a tocarme el culo y las tetas. Intenté alejarme y en cuanto pude me escape del salón y me encerré en la salita para poder llorar a gusto.
Mi novio de aquel entonces entro en la salita y me preguntó porque me había marchado corriendo de repente. Al contraselo él se puso a llorar e intenté tranquilizarlo, acto seguido entró su hermano y al enterarse de lo que había pasado se enfado, queriendo ir a pegar a mi padrastro, cosa que no le permití.
Decidí ir a contarle a mi madre lo ocurrido, en un principio me creyó pero al ir a hablar con él cambió de opinión, él afirmaba que me lo estaba inventando todo y que solo era una manera de intentar poner mierda entre ellos.
Así que al final mi madre me gritó y terminé llorando en mi habitación mientras oía la usual banda sonora, asustada por todo lo que había pasado.

Desde ese día tuve pesadillas con ese señor, en las que intentaba hacerme cosas que yo no quería y terminaba dándome una paliza.
De hecho, más de una vez me he despertado y lo he visto mirándome en mitad de la noche, pero a decir verdad no estoy muy segura de si esto es así o seguía medio dormida.
Bueno, si tuviese que contar todas las mierdas que me ha hecho él no terminaría nunca, así que será mejor que sigamos.

A todo esto se le añadió algo que en su momento no esperaba que ocurriese nunca.
Por ciertos motivos el único apoyo con el que yo creía que contaba en aquel momento me "traicionó" y digo "traicionó" porque la yo de 14 años lo creyó así.

Este apoyo era mi primer novio, que al dejarlo con él por una rabieta (creía que le gustaba mi amiga y decidí cortar por lo sano) se lió con esta esa noche y me lo dijo al día siguiente.
Para mi fue un golpe durísimo, dado que cuando me lo dijo yo le estaba pidiendo perdón por mi comportamiento del día anterior, me sentía fatal por haberle hablado mal y por haber cortado con el por mis paranoias.

Después de decirme que se habían liado me dijo que se había enamorado de ella, pero que a su vez también me quería a mi. Así que durante la siguiente semana estuvo decidiendo si se quedaba conmigo o con ella ( podía cambiar de opinión 5 veces al día tranquilamente, si hablaba conmigo se quedaba conmigo y si hablaba con ella se quedaba con ella), mientras nosotras forjábamos una amistad mucho más bonita e intensa que la que teníamos anteriormente.
Al final decidió quedarse con ella y yo, bueno, después de que me diese la rabieta del 15, llamara de todo a mi amiga menos cosas bonitas y lo insultara a él con todas mis ganas, me quede tirada en mi cama sin poder moverme durante unos días.

No tenía a nadie que me apoyara dado que mis amigos más cercanos eran los amigos de él, los cuales odiaban mi relación con Fran (cosa que ahora tampoco me extraña).
Mis emociones llegaron a tal extremo que solo podía llorar;no comía , no hablaba, no dormía, solo lloraba. Mi madre se preocupó muchísimo y se planteó llevarme a urgencias ( no se porque no lo hizo, pero siempre que lo recordamos se pone a llorar porque pensó que iba a morirme) y la única persona que vino a verme a pesar de no poder ni moverme fue Ivan, una personita a la que estaré eternamente agradecida por esto. Se que muchos no se enteraron de lo que había pasado ni en que estado estaba y por eso no vinieron, pero aquello significó muchísimo para mi.
Cuando al fin pude levantarme mi madre estaba dormida al lado de mi cama y a mi no se me ocurrió otra cosa que ir a la cocina para beber agua, allí encontré un cuchillo de sierra encima de la encimera y bueno, el suicidio pasó por mi mente.
Era precipitado, no tenía no idea de que hacer exactamente, solo sabía que ese cuchillo podría ser el fin de toda esa vida que odiaba.

Pensé que todo sería infinitamente mejor si no hubiese estado, puede que la relación entre mi madre y Rober no hubiese sido tan tóxica si yo no estuviese, que Fran no estaría triste siempre si no hubiese existido yo, que le arruiné la vida, puede que mi padre no hubiese muerto porque no trabajaría donde trabajaba, puede que no se hubiesen divorciado mis padres, además, mi madre no tendría que pagar mi comida... Pensé que si estaba como estaba era únicamente mi culpa, si hubiese actuado de otra forma puede que las cosas no hubiesen terminado así.
Y con estos pensamientos cogí el cuchillo y me dispuse a cortarme , lo más gracioso es que lo estaba haciendo mal, en lugar de cortar verticalmente lo hacía en horizontal, pero claro, en aquella época yo no sabía eso. De todas formas mi madre entró en la cocina cuando yo apenas me había hecho unos rasguños, y ahí quedo mi intento de suicidio.

Durante los días siguientes mi madre no me quitó ojo, pero de todas formas mis pensamientos al respecto se habían ido. No paraba de repetirme a mi misma "¿Que puta locura he estado a punto de hacer?"...creo que simplemente regresé a la realidad y me di cuenta de que si el problema era yo, solo tenía que cambiarme a mi misma.
Puede que yo físicamente no muriese aquel día, pero aquella yo, aquella yo a la que tanto odio si lo hizo, decidí que esa no era forma de vivir, que los gritos no solucionaban nada.
Conversar era la solución, escuchar, comprender y hacer un balance era lo correcto.
Nunca más volví a ser la misma, y en verdad me alegro muchísimo de no serlo ahora, desde ese día mi objetivo en la vida es intentar dar la mejor versión de mi misma, ser honesta, directa y feroz , pero teniendo en cuenta los sentimientos de las personas que me importan ( a los otros no, a los otros que les den).

Obviamente he continuado cometiendo muchos de los errores que cometí en aquel entonces, pero mi punto de vista es totalmente distinto ,he aprendido a escuchar (cosa que me hacía muchísima falta),a controlar mi ira, a ser positiva, alegre y risueña como cuando era niña y aprender a saber con quien debo mostrar mi carácter y garras, además de aprender a amarme a mi misma sin menospreciar a los demás y a entender que mi vida solo depende de mi y de mis acciones, que todo puede cambiar con un simple cambio de paradigma.

He cambiado, evolucionado o como queráis llamarlo, y lo seguiré haciendo hasta que no quepan más arrugas en mi piel.

"TODO ESTÁ EN TUS MANOS", eso es lo que me repito cada vez que me da un bajón, pensar en lo que has hecho mal en el pasado sin corregir esos errores en el presente no tiene sentido, aprovechar las malas experiencias para aprender como no hacer algo es maravilloso.

Sea lo que fuere no he hablado del tema entero con nadie hasta hace unos años y contar mi experiencia hace que cada día esté más orgullosa de la decisión que tomé en aquel entonces, la tristeza que sentí me ayudó a evolucionar y por ello le tengo cariño a esa época, aunque sea la más oscura de mi vida.

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