El gato negro

Todos conocemos la famosa leyenda del gato negro, que al cruzarse en nuestro camino trunca nuestro destino. Pero esta historia se ha distorsionado a lo largo del tiempo, como las palabras que fluyen en un teléfono loco, variando, cambiando y eliminando el concepto.
Hoy me dispongo a contaros su verdad, hoy toca tintar la red con con otra historia, otra Monogatari.

Los gatos, aunque el mundo lo niegue, son seres fieles, que se marchan a vivir su libertad por las calles, regresando siempre a su hogar al finalizar su tiempo de ocio.
Pero no todos ellos retornan, porque, aunque divertida, la libertad también conlleva riesgos que pueden terminar hasta con el más listo de la camada.
Y esto, amigos, es lo que le ocurrió al gato negro. Los accidentes suceden y hay lugares de los que no se puede marchar.
En su caso, incluso después de dejar este mundo, continuó vagando eternamente para encontrar su hogar, sin hacerlo jamás.
La tristeza que esto le provoca maldice a aquellos desdichados que se crucen en su camino, truncándoles la vida a  todos aquellos que en el fondo no quieren volver a casa.




PD: Este texto está basado en las novelas de Nishio Ishin, solo he cambiando un poco la historia.

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